De no tener para pagar la renta a vivir con uno de los atletas mejor pagados de la historia, así es la vida de Georgina Rodríguez, la novia de Cristiano Ronaldo.
Se mudó a Madrid en busca de una mejor vida, trabajó de mesera en un bar y durante meses sin tener un día de descanso para poder juntar el dinero necesario para pagar la renta, después de varios intentos de mejorar sus ingresos pudo conseguir un puesto como vendedora en una tienda de la lujosa marca Gucci.
Hasta que Cristiano Ronaldo entró en la tienda y llamó tanto su atención que pidió que fuera ella quien lo atendiera, cuando se acercó para ayudarlo, el delantero portugués le preguntó su nombre y a partir de ese momento y sin saberlo aún, su vida cambiaría para siempre. El famoso futbolista empezó a ir más seguido a la tienda para conocerla mejor.
Pero no fue hasta que Dolce&Gabbana organizó una fiesta e invitó a los empleados de varias tiendas, a la cual Georgina asistió solo por “cumplir”, la sorpresa fue que Cristiano Ronaldo también estuvo ahí y en cuanto la vio se lanzó directo a conquistarla.
Después de esa fiesta los paparazzis la acosaron y no le permitieron trabajar tranquila, por lo cual Gucci terminó su contrato, parecía que volvían los problemas financieros para Georgina, pero la química entre ella y el futbolista evolucionó y se convirtió en una relación estable, Cristiano convenció a la guapa mujer de mudarse a su casa, “la finca” y cada vez se les veía más enamorados en redes sociales.
Posteriormente una noticia impactó al mundo, Georgina estaba embarazada y 9 meses después daría a luz a una hermosa bebé de nombre Alana Martina, convirtiéndose en el primer hijo del astro portugués que no nació de un vientre albergado.
Este cuento de hadas moderno parece ir viento en popa ya que muchos periodistas declaran que a CR7 se le ve muy feliz y que vive su mejor momento como futbolista.
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